En medio de otro brote de Covid en Europa, las vacunas vienen a calmar las preocupaciones de muchos padres.
Los niños en la pandemia
Si se supone que la vida de un niño es como un trozo de papel en el que todo deja una marca, es probable que las impresiones que deje la pandemia sean indelebles.
Desde los bebés en cochecitos que llegaron a un mundo en el que gigantes enmascarados les miraban desde la distancia, hasta los niños que se sientan en aulas heladas para mantenerse ventilados, los recuerdos formativos estarán marcados por tensiones, ni fáciles de evitar ni de explicar. Junto con los dolores del crecimiento llegaron los cierres y el distanciamiento social.
El autor estadounidense Robert Fulghum aconsejaba: «No te preocupes de que los niños nunca te escuchen, preocúpate de que siempre te estén observando».
Lamentablemente, han tenido demasiados motivos para estar vigilantes. Pero cuidar de ellos en un mundo que parece constantemente contra la pared, es una preocupación.


Pfizer llega al rescate
Así que la aprobación por parte del organismo regulador de medicamentos de la UE del uso de una vacuna Covid-19 para niños de entre cinco y once años llega como un alivio.
Según la Dra. Clíona Ní Cheallaigh, médico de Enfermedades Infecciosas y Medicina Interna del Hospital St James, es una «noticia brillante».
En declaraciones a RTÉ, añadió que también es necesario estudiar la introducción del uso de mascarillas en las escuelas y la mejora de la ventilación de las aulas.
Afortunadamente, los efectos secundarios suelen ser «leves o moderados» y sólo duran unos días.


Las vacunas son nuestro salvavidas
La Asociación Médica Estadounidense aplaudió recientemente la decisión de poner en marcha tanto las vacunas de refuerzo como los pinchazos para los más jóvenes, afirmando:
«Las pruebas científicas son claras de que las vacunas contra el Covid-19 son seguras y siguen siendo eficaces. Seguimos instando encarecidamente a todas las personas que aún no se hayan vacunado contra el Covid-19 y sean aptas para ello, incluidos los niños de cinco años o más, a que se vacunen lo antes posible.»
Mientras toda Europa lucha contra el aumento de las infecciones, cada paso cuenta.
El Tánaiste Leo Varadkar instó ayer a la gente a: «Mantener la fe. Hay muchas cosas que todavía están bajo nuestro control. Hay muchas cosas que todavía pueden ir a nuestro favor».


Lo único que queda es cuidarse y esperar
La apertura de centros de refuerzo sin cita previa para los mayores de 60 años es también un paso tranquilizador.
Como dijo el Sr. Varadkar: «Cada vez está más claro que se trata de una vacuna de tres dosis».
Por muy positivas que sean estas medidas, llevarán tiempo. Sigue siendo necesario reducir los contactos.
A las poblaciones de todo el continente, cansadas de la batalla, les encantaría que el Covid quedara en un segundo plano y dejara de ser una sombra sobre nuestras vidas, especialmente ahora que nos acercamos a la Navidad.