La Expo de Dubai costó más de 9 millones de euros al Gobierno en la construcción de un pabellón inspirado en Newgrange para representar a Irlanda.
El coste del pabellón -construido por la Oficina de Obras Públicas (OPW) en nombre del Ministerio de Asuntos Exteriores- ha ascendido hasta ahora a 9,07 millones de euros. Se ha expresado una gran preocupación por los posibles excesos de costes del proyecto.
Sin embargo, según la OPW, el pabellón contaba con un presupuesto previsto de unos 8,8 millones de euros. Además, aún no se han recuperado las devoluciones del IVA. Estas podrían ser de hasta 512.000 euros.
La OPW celebró que, dado que la construcción se había llevado a cabo durante las «circunstancias extraordinarias» de la pandemia de Covid-19. Incluso, se alegraba de que los costes fueran «razonables».
El Departamento de Asuntos Exteriores en la Expo de Dubai
El Departamento de Asuntos Exteriores explicó que el pabellón estaba diseñado para promover la «prosperidad, la influencia y los valores» de Irlanda en la Expo de Dubai. Esta comenzó el pasado mes de octubre y se prolongará hasta finales del próximo mes.
También advirtió de los graves riesgos de fracaso, mala gestión o daño a la reputación del proyecto. Se remarcó que hay que aprender de las anteriores Expos de Milán y Shanghai.
«Cualquier retraso en la ejecución del proyecto afectará gravemente a las probabilidades de éxito»
El Departamento de Asuntos Exteriores
«El fracaso del proyecto tendrá un impacto negativo en la reputación internacional de Irlanda, incluyendo las relaciones bilaterales con los EAU y la región de Oriente Medio y el Norte de África, así como en la reputación nacional del departamento».
El estudio de viabilidad también señala que se producirán importantes gastos de personal. Se engloba un comisario general a tiempo completo que trabajará en el proyecto junto con otros muchos funcionarios de apoyo.
El Departamento también dijo que, aunque estaba acostumbrado a operar en entornos difíciles, había un «perfil de riesgo» para los proyectos ubicados en esa parte del mundo.
Asimismo, se advirtió de la posibilidad de que se produjeran sobrecostes. Incluso, que el pabellón se abriera con retraso y de que no se promocionara eficazmente a Irlanda en la Expo.