La ruina de todas las brujas, el relato del historiador Malcolm Gaskill sobre un pueblo colonial de Nueva Inglaterra sumido en el pánico espiritual 40 años antes de los juicios a brujas de Salem.
Es muy evocador y comienza como una historia de terror.
Un jornalero llamado Jonathan Taylor se mete en la cama con su mujer embarazada después de una dura jornada. En ese momento, se da cuenta de que tres serpientes negras con rayas amarillas se deslizan hacia él. Una de ellas le clava los colmillos en la frente y pronuncia la palabra “muerte” con una voz que le resulta familiar. Luego todo volvió a la normalidad.
Para un lector moderno, esto parece un caso evidente de sueño febril. Sin embargo, en una remota plantación de Massachusetts de hace 370 años, casi todo el mundo estaba seguro de que tales sucesos tenían una explicación mucho más siniestra. En poco tiempo, el pueblo de Springfield se vio atenazado por un pánico espiritual que exigía al menos una víctima pública para calmar su furia.
Un poco más sobre el autor
Gaskill es profesor emérito de la Universidad de East Anglia y ya es autor de varios libros sobre brujería. Este, sin embargo, es un poco menos académico y un poco más novelesco. Describe La ruina de todas las brujas como una “microhistoria”. Ya que utiliza un episodio específico para enseñar lecciones más amplias sobre la superstición, la enfermedad mental y la crueldad humana.
“El nacimiento de Springfield, al igual que la colonización de América en su conjunto, pertenecía a una época de transición entre las formas medievales y modernas de ver el mundo”
Gaskill
“La magia se desvanece en la ciencia, la tradición es desplazada por la innovación, las comunidades son erosionadas por un individualismo más estridente”, agregó el escritor.
¿Cómo sigue esta historia de brujas?
El propio escenario era un caldo de cultivo perfecto para estos conflictos. Springfield contaba con menos de 50 hogares, que trataban de ganarse la vida con la agricultura. Además, vigilaban a los animales salvajes y a los nativos americanos que llamaban “indios”.
Los puritanos ingleses que la fundaron sólo podían ofrecer una existencia “dominada por la piedad y el trabajo”. Pero esto seguía pareciendo atractivo para mucha gente en su país, donde la represión de las libertades religiosas por parte del Rey Carlos I había provocado una guerra civil. Mary Parsons estaba dispuesta a correr el riesgo. Una niñera galesa de 30 años cuyo marido abusivo la había abandonado por negarse a convertirse en católica, seguía soñando con volver a casarse y tener sus propios hijos.
En Springfield conoció a alguien que parecía una pareja adecuada: Hugh Parsons, un albañil taciturno con un chaleco rojo y una pipa de arcilla casi permanentemente apretada entre los dientes. Desgraciadamente, el matrimonio se estropeó después de que Mary diera a luz a una hija. Al parecer, sufría una severa forma de depresión posnatal que la hacía propensa a los vuelos de fantasía. Su marido, por su parte, empezó a contrariar a los vecinos con sus modales groseros y su constante enfado.
Si te quedaste con ganas de leer más, te recomendamos leas el libro. La ruina de todas las brujas es un logro sobresaliente, inquietante, revelador y magníficamente escrito – un fuerte contendiente para el mejor libro de historia de 2021.