En el corazón del mundo empresarial que impulsa el cambio se encuentra el departamento de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). La RSE tiene como objetivo reducir el impacto dañino de los procesos comerciales integrando cuestiones ambientales, sociales y económicas en la estrategia comercial de una empresa. Estos roles fueron ocupados tradicionalmente por personas de campos como los negocios y el marketing, pero ¿quién mejor para liderar estos equipos que aquellos con experiencia en ciencias naturales?
Para aquellos que ahora están cursando un título en ciencias naturales, o incluso los recién graduados que están contemplando cómo utilizar su título, considere prestar sus habilidades a la industria de la tecnología. Para implementar objetivos de RSE ambientales a largo plazo efectivos y realistas, los expertos en el campo de la ciencia ambiental, la botánica y las geociencias serían una ventaja clave para cualquier corporación que busque reducir su impacto dañino en el medio ambiente.


Un título en ciencias naturales proporciona a los estudiantes una gran cantidad de habilidades analíticas y de pensamiento crítico, acompañadas de un énfasis cada vez mayor en la tecnología de datos y el software. La aplicación de macrodatos a la protección del medio ambiente ha transformado la forma en que los gobiernos, los investigadores y las empresas abordan la conservación y desarrollan estrategias más centradas en el medio ambiente. La industria de la tecnología está actualmente en auge con proyectos únicos y emocionantes destinados a ayudar a los científicos en el campo de conservación y el cambio climático.
La iniciativa TECH4ALL de Huawei apoya proyectos de conservación e inclusión digital en 18 países, incluida Irlanda.
Un ejemplo de un proyecto es un sistema de monitoreo en tiempo real que captura los sonidos de la tala ilegal en la selva tropical de Palawan de Filipinas y otros hábitats de selva tropical en peligro de extinción para notificar a los guardaparques que hay tala ilegal de troncos .
Frente a la costa sur de Irlanda, la nube, la inteligencia artificial y los macrodatos se utilizan para comprender mejor la distribución de los cetáceos (ballenas, delfines, marsopas) y comprender mejor sus comportamientos de comunicación. Se están capacitando modelos de aprendizaje automático para identificar las llamadas de las diferentes especies en tiempo real, uno de los primeros proyectos de este tipo en Irlanda.
Estamos en la cúspide de una relación nueva e increíblemente diversa entre la tecnología y la naturaleza, por lo que es un momento realmente emocionante y esperanzador para los científicos naturales. La tecnología nos permite acceder a lugares mucho más allá del alcance de los humanos, puede monitorear especies y hábitats las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en todas las estaciones del año. Lo más importante es que otorga a los investigadores más tiempo.


Se acaba el tiempo para combatir la actual crisis de la biodiversidad: se trata de una lucha interdisciplinar que requiere la ayuda de ingenieros, informáticos, analistas de datos y expertos en sostenibilidad. Solo podemos ganar si trabajamos juntos.
La tecnología alguna vez fue percibida como un contribuyente a la desconexión entre los humanos y el mundo natural
Una vez se percibió que la tecnología contribuía a la desconexión entre los seres humanos y el mundo natural. Esta mentalidad está cambiando lentamente con la implementación de más proyectos que aprovechan la tecnología para obtener una mayor comprensión del comportamiento animal. Estos proyectos mejoran la conexión que los humanos sienten con la naturaleza y, al hacerlo, encontraron la probabilidad de su deseo de proteger el mundo natural que los rodea.
En el futuro, la separación de tecnología y naturaleza ya no es viable. Como científicos naturales, debemos abrazar y defender estos nuevos desarrollos tecnológicos que nos permiten comprender e interpretar las especies y los hábitats en una escala mucho mayor que la que se había logrado anteriormente. La tecnología ya no nos separa de la naturaleza, nos conecta.